'/>

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cuando lo bueno se valora poco


Un lector nuestro nos ha solicitado amablemente reproducir una copia de la carta que le envió a su novia, quien es víctima, como tantas otras personas en el Perú, de la maledicencia y la mediocridad enajenada.

Buenas noches, mi vida:

En Enero del 2008 cumplo en la empresa dos años y medio, tiempo suficiente para darme cuenta que lo bueno se valora poco, y que en nuestro querido Perú se impone el capricho sobre la cordura.

Así como sé, mi amor, quiénes trabajan con compañerismo, tengo sabido también de aquellos que les vienen en gana hablar sobre los demás, y sobre uno, perjudicando el desempeño y los logros que se haya conseguido.

Me enteré por Carmencilia, la encargada de la Oficina de Campeonatos Internacionales, que Gloriecilia Lastres, la secretaria del Departamento Supremo, dice mal de mí y del trabajo que hago, tanto así que está controlando a qué hora llego, y si estoy haciendo esto u otro.

En fin, mi cielo, la conozco a ella y tantos otros de la empresa que se han acostumbrado a trabajar de esa rídicula forma, atentando contra la buena fe y la integrad, en un lugar como este donde debería primar la amabilidad y el sentido de comunidad.

Amor, sé que Doña Greta ha esparcido su veneno para perjudicarte, en vista de que ella se va de Rascaes, por ser incumplida y por tanto, ineficiente. Esta gente, que aparenta dulzura y sapiencia para envestir sus defectos, lleva en su alma, la sustancia de la envidia, el rencor y la ambición. Y por ellos no vale la pena jugarse el pellejo.

Si tus jefas se dejan seducir por estos agravios y no te respaldan, creo que Ud. no podría estar más tiempo con ellas. Porque una cosa es recibir regaños por que quizá algo se hizo mal o estuvo a medio terminar (lo cual es saludable seguir recomendaciones, cosita linda), y otro hecho es imponer la rebeldía, el autoritarismo y dejarse llevar por el maldito rumor.

Piense, amor, que un trabajo nunca es para siempre. Tendrá que ir buscando otro, de acuerdo a sus habilidades, si es que la situación en Rascaes no mejora a tu favor.

Lo que sí no podría estar mejor, es que te amo con todo el ímpetu de mi alma, y que no podría ya retroceder en mis decisiones y afectos para desamarte, porque no se puede borrar tu nombre en las membranas de mi corazón.

Besotes...
Tu novio
Alejandro de Lemos.

1 Comment:

Unknown said...

Mi niño! Yo conozco al Sr de Lemos jaaa! ¿Como estas? Tengo mucho k contarte y sí me aferro con todo a mi corazón k hallé recuerdas? lo máx!

Tengo mucho k contarte, entre otras cosas: algo de historias ferreamente concluídas y un poco de soledad de madrugada euchhh!!

Tenemos k revolotear Quilca!!

Besos mi niño!!